Una mujer interpuso una denuncia por abuso sexual en contra de un pastor de una iglesia evangélica de Santiago del Estero y el caso generó inmediata conmoción entre las personas que conocen a ambos protagonistas. La víctima tiene 51 años, es viuda, ama de casa y asiste a la iglesia cristiana ubicada en el barrio La Católica de capital santiagueña.

La víctima, al interponer la denuncia junto a su abogado Leandro Jiménez, recordó que todo comenzó cuando finalizó el culto donde el pastor y todos los feligreses se reunieron a orar diferentes alabanzas. La mujer y el conductor del auto decidieron regresar a sus hogares e invitaron al pastor, que tiene domicilio en el barrio Siglo XX, para llevarlo. El pastor se sentó en el asiento de atrás, a la par de la mujer.

El viaje se desarrolló con total normalidad hasta que el denunciado- según el testimonio de la damnificada- comenzó a tocar sigilosamente sus partes íntimas y «manosearla».

«Quedé inmovilizada y shockeada ante tamaño ataque sexual. Quedé con miedo y sin palabras», indicó la mujer ante la Justicia. Luego acotó: «Me vi bastante afectada en mi salud y temo por mi integridad tanto física como psíquica, teniendo en cuenta la relación espiritual que tenía con el denunciado, quien era mi pastor, apóstol en la iglesia en la que me congregaba».

Este episodio sucedió durante la noche y recién horas después dio a conocer a sus allegados lo sucedido, sin que el conductor del auto en ese momento pudiera percatarse de lo que había sucedido en el asiento de atrás.

Por estos días, la mujer decidió denunciar el caso ya que no solo pasó por ese trauma sino que ahora recibe intimidaciones y difamaciones públicas con respecto a lo sucedido.
Por esto último, acusa a varias personas que prestan algún tipo de servicio en la Iglesia Evangélica ubicada en ciudad Capital. «Estas intimidaciones son solo por el hecho de exponer y denunciar lo sucedido», indicó la víctima.

A través de un escrito presentado por el abogado Jiménez, la víctima solicitó a la fiscalía interviniente que tome medidas legales pertinentes para protegerla y se investigue el hecho.

Por ahora desde la fiscalía solicitaron medidas de conductas y prohibición de acercamiento y todo tipo de contacto. Entonces, la mujer o el pastor no deberán asistir a la Iglesia Evangélica por un buen tiempo o hasta que la Justicia levante las medidas.

El pastor ni siquiera a través de terceros podrá tener contacto con la denunciante.

El caso ha generado una gran repercusión en el barrio donde se encuentra la Iglesia Evangélica, con manifestaciones de apoyo hacia la víctima y otros, hacia el pastor. Las personas involucradas en este caso son conocidos en el lugar ya que llevan tiempo compartiendo el mismo espacio: el templo al que asisten además decenas de otras personas que comparten la misma fe.

Por estas horas esperan que el caso sea esclarecido, indicaron los vecinos e integrantes de la iglesia. Porque se está generando un pésimo clima en el lugar.

Para la próxima semana se viene una batería de medidas por este caso. Una de ellas es la citación del pastor evangélico. Tendrá la posibilidad de contar su verdad ante la fiscal que interviene en la causa.

El conductor del automóvil también será citado a prestar testimonio ya que su declaración será clave en el expediente.