La medida, que reduce la alícuota un 20%- regirá desde el lunes hasta fines de junio para los principales cultivos.
El Gobierno estima que la baja de retenciones al campo tendrá un impacto fiscal de US$800 millones y asegura que no resignará el superávit de las cuentas públicas. Asimismo, espera que la iniciativa ayude a alentar el ingreso de dólares por parte del sector.
El Ministerio de Economía calculó que por la reducción de los derechos a la exportación perderá US$800 millones hasta fines de junio, que es el momento en que finaliza la medida.
En este contexto, la principal inquietud es de qué manera se reemplazarán esos recursos. En el Ejecutivo insisten en que “el equilibrio fiscal no se negocia”, por lo que la medida será financiada con el superávit fiscal ya alcanzado o se avanzará en recortes de gastos de otras partidas.
La medida, que reduce la alícuota un 20%- regirá desde el lunes hasta fines de junio para los principales cultivos. “Con el objetivo de colaborar con la situación del campo en este contexto de bajos precios internacionales y condiciones climáticas adversas, el Gobierno Nacional decidió bajar las retenciones de manera temporaria en un 20%”, expresó en un comunicado la Secretaría de Industria y Comercio.
De esta manera, la soja (poroto) baja de 33% a a 26%; derivados de la soja (aceite y harina), del 31% al 24,5%; el trigo, la cebada, el sorgo y el maíz pasan del 12% al 9,5%; y el girasol, del 7%, al 5,5%. Con esta baja, en Economía calculan que perderán US$800 millones en lo que dura la normativa.
En paralelo, se eliminaron las retenciones para las economías regionales y productos como el azúcar; preparaciones alimenticias; algodón; cuero bovino; bebidas; ovinos (lana y cueros); tabaco; forestoindustria; arroz; maní; golosinas, chocolates y otros. “Estos bienes representaron más de US$1100 millones de exportaciones en el año 2024″, precisaron desde la cartera que conduce Pablo Lavigne.
En conferencia de prensa, el ministro de Economía, Luis Caputo, dijo: “Producto del desastre heredado y de nuestro mal historial crediticio, Argentina necesita superávit fiscal para bajar impuestos y constantemente estamos revisando la situación financiera para ver hasta dónde podemos bajarlos. Hemos trabajado en esto en los últimos dos meses y medio”.
Asimismo, afirmó: “Todos los reclamos sobre impuestos son justos, pero será un proceso porque no tenemos todavía el superávit para hacerlo y no vamos a comprometer el orden macroeconómico”.
Por su parte, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, señaló: “Yo entiendo que celebren la baja de retenciones. Pero el foco no debiera estar ahí. Se debería celebrar la baja de gastos que permite esta baja sin comprometer el equilibrio fiscal. Sin motosierra esto no era posible. Hay que entenderlo para no encandilarse”.
Fuente: Diario Panorama