Policías de civil se infiltraron en las protestas frente a la Secretaría de Derechos Humanos.
«Estas acciones de inteligencia son un elemento más en el cercenamiento no solo del derecho a la protesta sino de las políticas de memoria y derechos humanos que han implicado el despido masivo de trabajadoras y trabajadores, y el cierre de programas y del Centro Cultural Haroldo Conti». Con estas palabras, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) solicitó a la justicia federal que se investigue la realización de tareas de inteligencia ilegal durante la manifestación del viernes 27 en el sitio de memoria ex ESMA en reclamo por el vaciamiento a la secretaría de Derechos Humanos de la Nación. En el marco del monitoreo de la represión a la protesta social que el organismo realiza en su calidad de Mecanismo local de prevención de la tortura, se observó ese día la presencia de personal policial de civil sin identificación y agentes de las fuerzas de seguridad realizando videofilmaciones de las y los manifestantes tanto en el interior como en el exterior del edificio. Ese tipo de tareas encubiertas destinadas a reunir información política y social están prohibidas por las leyes vigentes.
«Las actividades de inteligencia ilegal que observamos en el monitoreo del abrazo a la ex Esma no son una novedad, sin dudas, ya hemos dado cuenta de ello en el informe anual que hicimos de las 60 marchas que monitoreamos el año pasado y en todas hubo presencia de personal civil haciendo inteligencia ilegal», dijo a Página12 Sandra Raggio, directora general de la CPM. Pero lo ocurrido el viernes fue más allá. «Que estas tareas ilegales se hayan realizado, allí, en el Espacio de Memoria, implica un nivel de violencia simbólica superior, por el sentido de ese lugar, por lo que ahí ocurrió y también porque subraya con intención que no tienen límites como demuestran en la decisión de destruir las políticas de memoria y derechos humanos, con despidos masivos a trabajadores y trabajadoras que tienen un fuerte compromiso con las temáticas de Verdad, Justicia y Memoria, en el abrazo se estaba defendiendo esto», agregó.
La denuncia presentada por Adolfo Pérez Esquivel, Dora Barrancos y Roberto Cipriano García, presidentes y secretario ejecutivo de la CPM, con el patrocinio letrado de Rodrigo Andrés Pomares y Margarita Jarque, fue asignada por sorteo al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 10 a cargo de Julián Ercolini.
El pasado viernes 27 de diciembre, durante la convocatoria bajo el lema “Abrazo a la ESMA. Defendemos la Secretaría y a sus trabajadores”, la CPM advirtió la presencia de personal policial no identificado –es decir, de civil– que deambulaba entre las y los manifestantes y realizaba comunicaciones telefónicas. De acuerdo a la denuncia presentada por el organismo, a la que accedió este diario, este personal de civil deambulaba entre los convocados en las inmediaciones del sitio de memoria ex ESMA y luego interactuaba con los agentes de la Policía de la Ciudad que se encontraban en el lugar. Sin embargo al requerir información a los encargados del operativo sobre esta situación respondieron que “todo el personal de la Policía de la Ciudad se encontraba identificado y que esas personas no estaban a su cargo”.
La CPM también agregó en su denuncia que durante toda la jornada hubo personal policial filmando tanto en el interior como en el exterior del edificio de la ex ESMA. El organismo adjuntó como material de prueba las fotografías y videos realizados por la CPM que dan cuenta de la presencia de personal de civil y de policías realizando filmaciones de los y las manifestantes.
Además requirió el registro y secuestro del material fílmico y todo otro registro gráfico o auditivo obtenido en el marco de la intervención policial realizada en el contexto de la convocatoria. «La actividad encubierta de personal policial pudo tener como objetivo la reunión de información de orden política y social, en el contexto de una manifestación pública realizada por los trabajadores de la ex ESMA y las organizaciones sociales que los acompañaban», señalaron desde la CPM. Y agregaron que esto podría encuadrarse en las disposiciones y prohibiciones de la Ley Nacional 25.520 que regula y limita los alcances de las tareas de Inteligencia para proteger los derechos y libertades de las personas. «Más aún si dichas tareas no fueron ordenadas por ningún órgano judicial de manera fundada, situación que deberá corroborarse en la investigación», agregaron.
Fuente: Página 12