De acuerdo a un estudio elaborado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, el SMVM descendió bruscamante en los últimos meses.
A contramano del discurso oficial que sostiene que hubo una recuperación de los ingresos en el último año, este lunes se supo que el poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil, cayó un 30% en el mes de noviembre, medido contra el mismo mes del año anterior y sumó un deterioro del 2,4% con respecto a octubre.
Se trata de una caída mayor a la que tuvo en octubre, en donde se registró una baja del 1,3% del poder adquisitivo. Se debe principalmente a que en noviembre el valor nominal se mantuvo sin cambios, mientras que sí se vio un aumento de precios en la economía.
Estos números surgen de un estudio elaborado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA). El informe titulado “Panorama del empleo asalariado formal y de las remuneraciones”, elaborado por Roxana Maurizio y Luis Beccaria, del Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL), de la mencionada institución.
De acuerdo al estudio, se sostiene que esta evolución es la continuación de un proceso más extenso de merma del valor real del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) que se había iniciado en diciembre de 2023, cuando se contrajo 15% de la mano de la aceleración inflacionaria, seguido por una caída aún mayor, del 17%, en enero de este año.
También el informe explica que esta tendencia se interrumpió por algunos meses, período durante el cual el incremento nominal acompañó la inflación, por lo cual no se observaron reducciones adicionales. En junio se produjo una nueva caída de 4,4%, seguida por cierta recuperación en julio (4,3%) y por reducciones consecutivas en los cuatro meses siguientes.
De esta forma, la tendencia decreciente previa, conjuntamente con la fuerte contracción de estos meses, ubica al salario mínimo en términos reales en un valor inferior al de 2001, antes del colapso de la convertibilidad. Asimismo, implica una erosión del 61% respecto del valor máximo de la serie, en septiembre de 2011.
Panorama del empleo asalariado
Tras un descenso continuo desde noviembre de 2023, el empleo asalariado formal total se estabilizó en agosto de 2024 y experimentó un leve aumento en septiembre (serie desestacionalizada), con un incremento de 2.400 y 8.800 trabajadores respectivamente.
A pesar de esta leve recuperación, en septiembre aún se contabilizaba una pérdida de 183.000 puestos de trabajo (-2%) en comparación con noviembre de 2023, situándose ligeramente por encima de diciembre de 2022, pero por debajo de todos los valores de 2023.