Descubrí el poder de los aceites capilares para transformar tu pelo.

Tipos de aceites capilares:

1. Aceites de tratamiento intensivo: nutrición profunda para cabellos dañados

Si tu pelo está muy castigado o procesado, los aceites ricos en argán son ideales. Conocido como el “oro líquido”, el aceite de argán penetra profundamente en la fibra capilar, reparando desde adentro y ofreciendo una protección extrema. Es perfecto para cabellos que han pasado por alisados, decoloraciones o uso excesivo de herramientas térmicas.

Se aplican sobre el pelo húmedo para maximizar su capacidad de penetración y reparación. Estos aceites suelen ser más pesados y espesos, aconsejamos aplicar solo una vez por lavado.

2. Aceites ligeros: hidratación sin peso para cabellos normales a secos

Si tu pelo no está muy dañado pero querés mantenerlo hidratado y con brillo, los aceites más livianos, como los de lino o chía, son tu mejor opción, porque nutren sin sobrecargar la fibra, dejando el pelo suave y manejable.

Podés aplicar aceites livianos en seco hasta dos veces al día, con el pelo húmedo o seco. Siempre, masajeá suavemente la fibra para reactivar su brillo y suavidad.

3. Aceites tonalizadores: brillo y matización para cabellos rubios

Para cabellos rubios, los aceites con tonalizadores lilas o violetas son la clave para mantener un tono frío y neutralizar los reflejos amarillentos. Estos productos nutren mientras dejan un acabado perlado y nacarado.

Los podés usar una o dos veces por semana: después de aplicarlos debés masajearlos para potenciar su efecto neutralizador.

Fuente: PARA TI