Nervioso, sin ideas en ataque y flojo en defensa el equipo de Antuña se vio superado por un rival disciplinado, pero que solo le puso un poco de corazón.
Durante el año San Martín nunca pudo mostrarse como un equipo confiable. El conjunto de Antuña es un equipo de rachas cortas. Los locales se aprovecharon de los nervios generalizados del Verdinegro y la caída le impide a San Martín dormir tranquilo, pero la siesta deberá esperar un poco más.
San Martín sufrió todo el partido por las limitaciones de su propio juego. Sin ideas en ataque, las corridas de sus delanteros fue el único recurso, incluso a pesar de que Montagna sorprendió a los defensores de Chicago. El resto sin tomar responsabilidades, un partido muy flojo sin sangre.
El conjunto de Antuña fue un colador. Con un gol en la última jugada, San Martín perdió el partido en Buenos Aires y la mayor preocupación quedó en la defensa, con un bajo nivel en general.
San Martín perdió 1-2 ante Nueva Chicago en la última jugada del encuentro y dejó pasar la oportunidad de traerse un empate en el partido de ida por la final del reducido. El equipo dio nuevamente una mala imagen.
Las desatenciones defensivas fueron reiterativas y en ese desorden se explica que el arquero del Verdinegro haya sido la figura. La defensa de San Martín cometió varios errores de cálculo en las peloteas paradas, se mostró muy insegura y errática.