Presentó a su hermana Karina como la jefa del partido.

Con un discurso repetido y sin novedades, Javier Milei tuvo su primer acto político desde que llegó a la presidencia. Con la intención de empezar a hacer correr la pelota libertaria, el presidente y su hermana Karina pidieron a sus fieles que redoblen las tareas militantes y comiencen a juntar aliados de cara a las legislativas del 2025, en las que el oficialismo pretende dar vuelta la ecuación en el Congreso.

El acto tuvo lugar en Parque Lezama, el escenario que vio nacer a la Libertad Avanza en el lejano 2021, cuando aspiraba a alcanzar al menos una banca en el Congreso. Con una convocatoria modesta, el líder de los libertarios reunió a su tropa para repasar los supuestos logros de su gestión económica mientras las cacerolas de San Telmo sonaban como batucada detrás.

El presidente ingresó al anfiteatro a cielo abierto del parque pasadas las 19:30 del sábado, luego de que Panic Show sonara cinco veces esperando por su aparición entre el público. Haciendo pogo como si se tratase de un verdadero recital de La Renga, el presidente se fundió entre los suyos mientras su hermana lo esperaba coreando a los gritos desde el escenario cantando de memoria la canción que ya se les pertenece.

Milei inició su discurso agradeciendo a todos los presentes. Con insistentes insultos al periodismo “ensobrado”, recogió el guante de quienes lo acusan de montar un aparato paraoficial para perseguir opositores en las redes. “Estos militantes nada tienen de troll. Son todos de carne y hueso, pedazos de soretes. Esto son los trolls que me muestran la realidad que ustedes no me dejan ver por estar en sobrados”, lanzó.

Decidido a apuntar contra «la casta», el libertario se encargó de enumerar uno por uno sus principales enemigos: los políticos tradicionales, el sindicalismo y un sector del poder judicial. No satisfecho, inauguró una nueva categoría de enemigos: los encuestadores.

“Hay profesionales que también son casta, como todos los encuestadores que cambian sus resultados según quien les ponga la plata”, dijo, tras días en las que todas las encuestas, incluso las propias, mostraron el primer quiebre concreto de la imagen positiva del presidente, dejando a la vista la reducción de la tolerancia de la sociedad sobre el plan motosierra. Haciendo oídos sordos, sostuvo: “A este proyecto lo bancan 14 millones de argentinos”. “Milei querido el pueblo está contigo” devolvió el público.

Esquivando con una cuestionable cintura el índice de pobreza que publicó el INDEC esta semana, el presidente pateó a la cancha de la oposición el estremecedor porcentaje. “Los kukas vienen a hablar de pobreza y decidieron dejar de medirla porque era estigmatizante. Y después vienen a hablar de pobreza”, sostuvo. “En el segundo trimestre del año, la pobreza fue del 51%, por lo tanto ha empezado a caer”, gritó mientras los más fieles aplaudían eufóricos. “Los salarios vienen ganando hace cuatro meses a la inflación”, dijo, y los festejos fueron más escasos esta vez, mientras en otro pasaje sostuvo: «Somos el mejor gobierno de la historia».

Los halagos continuaron. Al final, casi como si se hubiese acordado de prepo, el presidente también ponderó a su jefe de gabinete. “Estamos haciendo la reforma estructural más grande de la historia y eso lo hicimos con el 15% de diputados y 10% de senadores. Vaya si Francos tiene cintura”, sostuvo, tras varias semanas de especulaciones sobre la continuidad del jefe de gabinete en su rol por la develada interna que mantiene con Santiago Caputo.

«Con el trabajo de armar, no nos podemos relajar. Tenemos que trabajar el doble que ellos, tenemos que convencer a todos para que cada vez seamos más. Acompañen al jefe a llevar la antorcha de la libertad”, continuó el presidente para reafirmar el rol central que tendrá su hermana Karina en el armado electoral del partido.

Fuente: Tiempo Argentino